La llegada del verano trae consigo días más largos y agradables, pero también esconde un peligro latente: el dengue. Este año, la presencia de mosquitos es más preocupante que nunca, ya que, según fuentes oficiales, se espera una epidemia con mayores condiciones de riesgo. Frente a este panorama, el uso de repelentes se torna clave.
Aunque existen otras alternativas, la mayor parte de los productos para repeler mosquitos contienen N-Dietil-meta-toluamida (DEET), ya que según el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), es el componente más efectivo del mercado.
Ahora bien, para evitar inconvenientes que pueden alterar las propiedades del producto o que, en el peor de los casos, impacten sobre la salud de las personas, los envases plásticos para contener repelentes deben cumplir con una serie de características. Te contamos cuáles son.
Desarrollado por el ejército estadounidense en 1946, el DEET comenzó a utilizarse para el público general en 1957.
En la actualidad, es el ingrediente activo de muchos productos utilizados para repeler insectos que pican, como mosquitos y chinches, y acáridos, como ácaros y garrapatas.
De utilización segura para los humanos, el DEET se agrega a aerosoles, lociones, rociadores y toallitas húmedas en diferentes concentraciones.
En la Argentina, puede estar en un porcentaje de entre 7,5%, 15%, 25% y 30%. A mayor concentración, mayor duración. Por ejemplo, la protección de un repelente que tiene 30% de DEET puede alcanzar hasta 10 horas, mientras que el que posee 7,5%, protege hasta 3 o 4 horas.
Debido a su composición, el DEET tiene la capacidad de derretir algunos materiales, como tejidos sintéticos y algunos tipos de plásticos.
Por lo tanto, para contener repelentes con este principio activo es necesario utilizar envases de plástico de alta densidad, ya que este tipo de embalajes cuentan con alta resistencia química, impermeabilidad y capacidad para soportar altas y bajas temperaturas.
Los envases de PEAD, o polietileno de alta densidad, son los más elegidos por las empresas que fabrican y comercializan artículos con DEET.
Son varias las ventajas que aporta la utilización de recipientes de este material:
Vale aclarar que, además de poseer un embalaje adecuado, según la normativa vigente, los repelentes deben estar adecuadamente rotulados. Esto implica la inclusión de, al menos, la composición porcentual, la fecha de vencimiento, el número de lote, indicaciones y limitaciones de uso, datos de referencia del fabricante o importador y el número de teléfono del Centro Nacional de Intoxicaciones.
En Microbottles, estamos siempre pensando en las necesidades de nuestros clientes. Por eso, diseñamos los embalajes Ely, una línea de envases de plástico PEAD de 130 ml.
Además, tenemos distintos accesorios para este tipo de envase:
Además, tenemos envases de PET de 30, 60, 100, 200, 250, 300, 400 y 500 ml para repelentes líquidos.
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